Todas las mañanas entramos al cole por la puerta pequeña negra que da al comedor.
Como ya somos niños grandes, entramos solitos y esperamos sentados en estos banquitos hasta que llegan nuestros compañeros.
Ya empieza nuestra primera excursión: ¡al aula!
Hay que seguir un camino muy largo, pisando encima de la linea roja y blanca del suelo. Vamos despacito, pasito a pasito sin empujar a nuestros compañeros.
Una vez en clase, damos la vuelta a nuestra foto en la casita de la asistencia, para que la seño sepa que hoy hemos venido. Contamos cuantos somos y luego nos sentamos en nuestra mesa. ¡Ya podemos empezar!
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